Pues eso, os dejamos la entrevista que os teníamos preparada para este mes, hemos trabajado mucho en ella y ha sido muy divertida y emocionante pues se la hemos realizado a un profesor y escritor de nuestro instituto y nos ha recibido muy amablemente. Y además el hombre nos ha regalado dos de sus obras para que las podamos leer, así que en cuanto las leamos os pondremos nuestras críticas.
Ahora sí os dejamos con esta maravillosa entrevista tan humorística y anecdótica.
<<ENTREVISTA A ANTONIO JOSÉ ALCALÁ>>
por: El rincón de la magia
1ª ¿Cómo
compagina, digamos, su labor, su carrera como escritor y su empleo
profesional como profesor?
Creo que el escritor, como el
educador no dejan de serlo de todo durante todo el día. Como
escritor, llevo un boli en el bolsillo y tomo nota de todo aquello
que se me ocurre en un momento determinado y que voy a aprovechar…
¡o no!... para algo que pueda estar escribiendo o que pueda escribir
en el futuro…
Como
educador… me sucede otro tanto. Creo que el profesor no solo debe
ser un mero instructor, sino el transmisor de una cultura, de una
formación… ¡por supuesto de una instrucción tan arrinconada
durante estos años!...
Quiero
deciros que la persona que soy, sin solución de continuidad, vive
todos los predicados que me son aplicables: amigo, hijo, profesor,
hermano, esposo, cristiano, escritor… No tengo un traje para cada
predicado, sino que procuro vivir de forma coherente, con unidad de
vida… en todas las situaciones.
Es
cierto, sin embargo, que me dedico más durante el invierno a tomar
notas para libros que luego desarrollo en verano, pues necesito de
muchas horas seguidas para escribir. Me cuesta escribir durante un
par de horas, dejarlo y volver sobre ello al día siguiente. Necesito
muchas horas, seis, siete… ¡diez horas diarias para no perder el
tono de lo que escribo!
Luego
depende si estoy corrigiendo o generando texto… Se me antoja muy
presuntuosa la expresión… creando
texto…
La
crítica que me afecta es la que me comentan mis lectores… Si les
ha gustado o no la obra, si se han divertido, si han crecido como
personas con la lectura… Que una sola persona me diga que lo ha
pasado muy bien con mis libros…, con uno de mis libros… ¡ya me
vale!
Ni
desprecio ni ignoro las críticas de otras personas… sean
laudatorias o denigratorias… Las escucho o las leo, pero no me
afectan personalmente: procuro aprender de lo que me dicen, porque
muchas veces los demás tienen razones o razón en lo que afirman y
los escucho, aunque luego… ¡haga lo que me dé la real de la gana!
3ª ¿Quién le
animó a escribir?
Realmente
creo que no me animó nadie. Lo que me animó a escribir fue mi
condición de lector impenitente. He sido y aún soy un lector casi
desaforado… No concibo mi vida sin estar leyendo, rodeado de
libros… Tenía un amigo que se burlaba de mí porque decía que era
capaz de leerme hasta el papel del váter…
De
la lectura di un paso, creo que casi natural, a la escritura…
Empecé a escribir con 17 años. Con esa edad ya quise escribir mi
primera novela, que no alcanzó a nada… Un amigo mío y compañero
de clase me la corregía. La tengo por ahí, escrita a mano, con boli
de tinta verde… Fue entonces cuando empecé a escribir con verde y
lo hice hasta muy muy mayor. Aún me gusta firmar los libros que
dedico con verde… Y los textos más íntimos a las personas que amo
los escribo con letra verde en el ordenador…
4ª ¿Cuál es
su libro favorito, su autor favorito y qué razones tiene para ello?
Tengo
muchísimos libros favoritos, muchísimos autores favoritos… y la
razón es simple: disfruto leyendo. Mucho de lo que soy se lo debo a
los libros, lo que me han enseñado, lo que me han ayudado a pensar,
a decidir, a meditar, a escribir, a llorar… Me resulta imposible…
He procurado toda mi vida seleccionar las lecturas, porque el tiempo
no es que sea oro… ¡sino gloria! y por eso no lo puedo
desperdiciar. ¡No sé! Me desagradan los libros dañinos, los
autores perversos, todo lo que sea inhumano… y, por tanto, todo lo
que sea inmoral, amoral… Todo acto humano, toda creación humana…
o es ética, o es moral, o es inhumana. Sin más… Me encanta leer
todo, pero sobre todo lo bueno y bajo ese epígrafe hay millones de
libros…, miles de autores…
5ª ¿Cuándo
escribe una obra, una novela, se documenta mucho o se apoya más en
su imaginación?
Como
os he dicho, llevo un boli. Tomo notas que luego me ayudan, a veces,
a escribir páginas y páginas… Depende de las obras. Las hay que
me han llevado muchísimas horas de documentación y otras que, por
sus argumentos, por lo que demandan los hechos y los personajes…
pues no tanto.
Depende
de la obra… No suelo tener la obra cerrada desde el comienzo y
sobre todo, a veces, me asaltan por el camino personajes, argumentos…
que, digamos, se presentan, te asaltan… ¡se imponen!... ¡y hay
que escucharlos!
En
estos días, para que os hagáis una idea, por lo que estoy
escribiendo ando entre armas y barcos… Internet facilita mucho
todas estas documentaciones, aunque solo sea para hallar libros que
luego compro a mi librera…
6ª Actualmente
en España se publican miles de libros cada año, ¿cree que es
bueno, que es una mera operación que busca el negocio y el
beneficio…?
Me
temo que esta pregunta pueda ser más adecuada para un editor.
No
obstante, os digo que hoy el problema, el dilema… está en editar
en papel o subir el libro a la red y desde ahí, mediante una
distribuidora, ofrecer las obras… para los e-reader o e-book como
se están llamando en España. ¿Papel o e-book? De momento
ninguno gana la partida, pero todos están jugando sus cartas. Los
escritores, los editores, los distribuidores, los lectores están
tomando posiciones sin que hasta el momento esté resuelta del todo
la partida… De momento yo solo soy un mirón.
7ª ¿Cuál es,
digamos, la primera idea que le mueve a escribir un libro, una
novela? ¿Le mueve el éxito?
Empiezo
por la segunda pregunta… Obviamente no. Quizá sea un romántico
redomado, un iluminado, un idealista… Sigo pensando que el gran
motor es el amor… Contra la pereza ha de vivirse
la diligencia… que no es moverse mucho o deprisa o… Diligo
en latín significa ‘amar’… Por tanto, el perezoso es persona
que no ama o que se ama en exceso a sí propio y, por tanto,
permanece quieto u ocupado en lo que no debiera… Lee cuando debiera
estudiar. Lee cuando debiera corregir exámenes. Ve el fútbol cuando
debiera atender a un amigo, al hijo, a la esposa… Por tanto, como
diría Alejando Polo, todo éxito es prematuro. Y lo dejo aquí.
Los
libros me da la sensación de que vienen a buscarme. Me los tropiezo
por la calle, en una película, en un suceso de mi barrio, en una
historia que una persona me cuenta… y todo eso se va batiendo,
digamos, va creciendo, se va conformando… y cuando acuerdo tengo
folios y folios de notas -¡en el ordenador!- que van dando pie a un
libro que nunca pensé escribir…
Escribir
es un acto de amor, es un acto de donación… Escribo como signo de
amor a los demás. Es un modo de darme a los demás… Lo mismo que
como profesor donas tu tiempo, tus conocimientos, tus virtudes al
servicio de quien pretendes enseñar, educar, instruir…
8ª Nos
han dicho que usted tiene buen humor… ¿Lo ha plasmado en alguna de
sus novelas?
Tengo
un humor muy de mi pueblo. Un poco seco. Un humor que muestra el lado
divertido de una situación, la que sea. Es un humor no preconcebido,
no pensado… ¡un humor que me brota, digamos! Ese es mi humor y por
tanto, no es fácil que salga en mis novelas, aunque es cierto que
algunos personajes lo demandan… y sale en ellos, pero ojo… ¡yo
no soy mis personajes, aunque mis personajes se alimenten de mí!
9ª ¿Tiene
pensado seguir escribiendo?
Esta
pregunta, por favor, aprendedlo… ¡Nunca se la hagáis a un
verdadero escritor…! El escritor de raza no deja nunca, nunca de
escribir, sea con el boli del bolsillo, con lo que mira, con lo que
oye, con lo que… todo ello, luego, de forma irremediable, digamos,
pasa al ordenador, al papel… Lo hará mejor o peor, será famoso o
desconocido, lo publicará o no…, pero no le quedará más remedio
que seguir escribiendo, sujeto al martilleo de las teclas, al
bolígrafo… ¡lo que sea, como sea! Y os advierto: escribir no es
siempre amable. Amar a los demás no significa ser correspondido, ni
comprendido, ni valorado, ni admitido, ni… Llevo en este Centro
tres cursos… y es la primera vez que, digamos, actúo ante el
público como escritor…, pero eso no me afecta, no me importa…,
porque el amor a los demás no tiene por qué ser correspondido
necesariamente, no el amor del que hablo que es el llamado amor de
benevolencia… Pero esto nos llevaría muy lejos.
10ª
¿Qué nos
podría decir de su novela Un
charlie cualquiera?
Poco…
Poco puedo decir de mis novelas… De esta puedo decir que está, la
pobre, a la espera de ser editada, de que su autor pueda dedicarle un
tiempo para buscarle editor o que la subamos a la red…
En
realidad, las obras me obsesionan mientras las estoy escribiendo,
corrigiendo… En esos momentos se hace difícil zafarse de lo que
uno hace, pero una vez que se han terminado… ¡se acabó! Las
olvido. La gente me dice, ¿recuerdas tal cosa de tal novela en la
que tú…? ¡Pues no…, lo siento! No lo recuerdo y el personal se
queda boquiabierto… Sencillamente lo escribí, lo trabajé, le
dediqué sepa Dios cuántas horas…, lo di por finalizado y se
acabó… No os puedo decir nada de Un
charlie… Creo que es divertida, está
bien escrita… No sé qué podría deciros. Me gustaría verla
editada y comprobar cómo la gente se divierte con ella, disfruta…
11ª Sabemos
que una de sus aficiones es coleccionar palabras, ¿por qué?
Sí,
sí… ¡qué hermoso! Decía Salinas que vivía en los pronombres…
Yo procuro vivir en el mundo para no estrellarme con el coche, pagar
a Hacienda en su hora, etcétera, pero reconozco que las palabras me
cautivan… Me gusta sopesarlas, casi, en la mano, mirarlas con la
lupa del filólogo…
Dejadme
que os comente una anécdota de este domingo. Fui con mis sobrinos a
coger cerezas a una finca en Torres… Y de pronto, mi sobrino, que
tiene siete años… me dijo: “Tito, ¡qué bonita es la palabra
cereza!”… Por supuesto nunca he hablado de esto con él… Me
dejó boquiabierto… Nunca lo había pensado. Me dejó admirado.
Cereza
para él, supongo, es campo –que le encanta- y árboles verdes y
sierra –y llevar los perros al campo- y color rojo, y dulzor, y
amigos, y sus hermanos y sus tíos con él… y el cubo y el irlas
seleccionando… Cereza
para él tiene una resonancia de tornasol entre ambarino y bermejo y
cerúleo… Me quedé, insisto, patidifuso… No hablé de eso con
él, después. ¡Todo esto, ojo, lo imagino yo! Entiendo que esa
palabra tenga para él esas resonancias…, ¡no sé!
Las
palabras me ayudan a nombrar, a pensar y las necesito para ser feliz,
para comprender la realidad que tengo a mi alrededor. La Lengua no
es, como algún pardillo cree, una asignatura donde hay adjetivos,
sintagmas y donde viven unos tíos que ya se han muerto como
Cervantes y Machado… No, la lengua es un instrumento maravilloso
que nos lleva a realizar acciones tan hermosas como poder hablar
nosotros ahora, comunicarnos, comprendernos. Es hermoso hallar palabras que nombran
realidades maravillosas… Cereza.
¡MUCHAS GRACIAS ANTONIO JOSÉ!
(En opinión personal hay muchas citas de esta entrevista que guardaría para siempre. ¡Hasta la próxima!) :D
A.C.B
Y M.F
No sabia de vuestro blog, me entero por Antonio José, a vuestra disposicion para todo lo que a libros, boli y lápiz se refiere.
ResponderEliminarMuchas gracias @Librocruz, puedes ayudarnos de diversas formas, empezando por enviarnos una reseña de algún libro. ¡Nos vemos!
ResponderEliminarEs sorprendente cómo a veces conocemos a gente fantástica. La curiosidad me ha llevado a poner en el buscador "gente de Jaén nacida en 1961",(mismo año que yo).
ResponderEliminarContagias humanidad.